miércoles, 30 de septiembre de 2015

Historias de Frontera

En todo el extremo norteño burgalés nos encontramos con una divisoria formada por la serie de elevaciones montañosas que componen la parte más oriental de la Cordillera Cantábrica. A la altura de la Merindad de Montija se generan dos líneas montañosas que discurren prácticamente en paralelo: Los Montes de Ordunte, por un lado, y los Montes de la Peña, por otro, teniendo estos últimos continuidad a través de Sierra Salvada.
 
En toda la divisoria es nota común, entre otras cosas porque ello resulta natural y facilita el establecimiento de límites, que la vertiente sur, generalmente más tendida y menos húmeda, pertenezca a Burgos y la vertiente norte, casi siempre más escarpada, pertenezca, bien a Cantabria, bien al País Vasco.
 
Pero esto no ocurre en todas las zonas. Precisamente en la parte más oriental, en Sierra Salvada, el País Vasco avanza hacia el sur desde la línea de cortados hasta establecer un límite marcado, aproximadamente, por la línea recta que tiene por extremos el monumento a la Virgen de Orduña y el Puerto de Angulo. Son unas 1900 hectáreas pertenecientes al Valle alavés de Ayala.
 
En esta sección de mapa se aprecia el contraste entre el límite provincial (y regional) y el límite de la sierra. Obsérvese la ubicación de la ermita de Valcorta y el pueblo de Villaño, de los que se hablará en este mismo artículo.

martes, 29 de septiembre de 2015

Yacimiento romano de San Martín de Losa

La imagen que mostramos está tomada desde el pueblo de San Martín de Losa. En primer plano aparece el suave valle del río Nabón; y al fondo los montes de la Peña. En la parte inferior derecha observamos un pequeño área sin cultivar rodeada de terrenos de cereal. Se trata del emplazamiento del yacimiento romano de San Martín de Losa.



El yacimiento, conocido como “los Casarejos”, data de la segunda mitad del siglo IV. A finales de 1972 se encontraron en este lugar numerosas teselas y junto a los restos del mosaico otros indicios de ocupación en época romana. En la excavación hecha en el año 1976 se descubrió una habitación completa donde se hallaba un mosaico de unos 70 metros cuadrados. Durante campañas posteriores desarrolladas en los años 1984 y 1985 se descubren más habitaciones de la villa principal, estando varias de ellas cubiertas igualmente de mosaicos.
 
De hecho, la estructura de las viviendas, con un espacio dedicado a baños de tamaño relativamente grande respecto a las habitaciones privadas, hacen pensar en que se pudiera tratar en algún tipo de establecimiento en lugar de una villa exclusivamente privada. No en vano, junto a este yacimiento transcurría una vía romana.
 
Los trabajos continuaron hasta principios de los noventa cuando, al parecer, problemas de entendimiento entre las autoridades y el dueño de la finca malograron un estudio y restauración completos de la villa. No he podido saber cuál es el estado y ubicación actual de los mosaicos; aunque la idea original era volverlo a situar en su ubicación primigenia una vez consolidados.
 
La temática de los mosaicos está compuesta de temas animales, vegetales y, especialmente, geométricos de relativa complejidad. Su estructura se basa en la repetición del octógono, situación relativamente frecuente en yacimientos de la mitad norte peninsular.
 
Curiosamente, y tal y como hemos comprobado en casos similares, un emplazamiento de origen romano es de los primeros lugares en ser repoblado. En este caso la documentación se remonta nada menos que al año 822. Sigo creyendo que estas villas romanas fueron lugares de referencia durante los “siglos oscuros” y tal vez, sólo tal vez, no llegasen a despoblarse nunca del todo.  
 
Según un trabajo de investigación titulado “Los orígenes de Castilla. Una interpretación”, publicado por Aniano Cadiñanos en el año 2002, en este lugar podría ubicarse el denominado “área patriniani”. Se trata de una denominación que aparece en el famoso documento del año 800 en donde se nombra por primera vez la palabra Castilla, siendo una demarcación esencial en la misma, tal vez la “capital” de esa primitiva Castilla.
 
El término de “área patriniani” aparece en otros documentos de la primera mitad del siglo IX para desaparecer a partir de entonces. Se trata, según estos documentos, de una ciudad medio arruinada y rodeada totalmente de una muralla. El “área patriniani” sería el área de Paterno y tal vez de aquí también venga también el nombre de Trespaderne; (Traspaternum según un documento del año 1052). Es decir, el lugar situado al otro lado, en el otro extremo del área de Paterno.
 
Siguiendo en todo momento el trabajo citado, el nombre de Paterno era relativamente usual en el periodo romano en la mitad norte. Aparece en femenino “paterna”  en un ara votiva dedicada al dio indígena velonsae o Velon “Satta”, hallada en Ranera. Además, En una las aras dedicadas al dios Vurovius (que parece dar nombre a la Bureba) de Barcina de los Montes, aparece el nombre de Paternus. No obstante, de acuerdo con otras fuentes el “área patriniani” pudiera estar ubicada en las cercanías de la actual Espinosa de los Monteros o en la Merindad de Montija.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Regreso a los pueblos del silencio: Quincoces de Suso

A medio camino entre Relloso y Quincoces de Yuso se encuentran las escasas ruinas del pueblo de Quincoces de Suso. Se ubican algo alejadas de la carretera, aunque perfectamente visibles desde la misma, junto a uno de los meandros del río Jerea.


Quincoces de Suso corrió mucha peor suerte que su vecino, hoy cabecera de la zona. A ello contribuía un emplazamiento nada afortunado. Cuentan las crónicas que los extremados ciclos del río hacían que fuesen muy frecuentes las inundaciones en invierno y las sequías en verano (momentos en los que debían valerse de pozos). La iglesia (cuyas campanas según parece acabaron siendo donadas al monasterio de San Pedro de Cardeña) se encontraba al otro lado del río y el puente para llegar a la misma tenía que ser reconstruido casi cada año.
 

Algunas de las últimas casas en pie fueron desarboladas por el famoso “ciclón” de 1941 (el que propagó el incendio en Santander). La última familia dejó el lugar hacia 1950. Hoy su superficie está integrada en una finca en la que pasta el ganado libremente.

Más información en el excelente blog 7 Merindades.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Los Rellosos

Desde el pueblo de Quincoces de Yuso una carretera remonta el curso alto del río Jerea para dar servicio al pueblo de Relloso y a las antenas del pico Castro. Esta carretera se construyó originalmente a marchas forzadas durante la Guerra Civil, para consolidar la línea de frente. Luego nadie se acordaría de ella hasta 1984, cuando fue reparada; y después ha estado casi otros treinta años abandonada hasta una nueva reparación. Hoy luce en estado bastante bueno, esperemos que dure.
Vista desde el ascenso a Castro Grande. El valle alto del Jerea forma un entorno de gran belleza
Relloso es pueblo de esencia típicamente losina, con esas casas construidas a base de lanchas rellenas de mortero. Unas pocas de las mismas se mantienen aún en pie; otras están arruinadas. Según el último censo cuenta con la “optimista” cifra de 6 personas empadronadas. A unos pasos de las casas, y precedida por un arruinado molino, se encuentra la “Cueva del Agua”; une de las fuentes del río Jerea.
 


 
Relloso estuvo ocupado a mediados de los años 50 por cuadrillas de obreros que llegaron para hacer la repoblación forestal de la zona. Este pueblo fue el centro de operaciones y los obreros ocuparon varias casas ya abandonadas por aquel entonces. En el 1984, además del arreglo de la carretera llegó la luz eléctrica, el teléfono y el agua corriente. Incluso se depuraron las aguas residuales, cosa muy poco frecuente en el resto de los pueblos por aquel entonces.
 

 
A un kilómetro largo de Relloso, y ya por camino en regular estado, se encuentra el lugar de San Miguel de Relloso. Mitad por pereza y mitad por las dudas de que el lugar se haya convertido en coto cerrado en el que los visitantes no son bienvenidos; me limité a hacer una foto desde la distancia. San Miguel no figura ya en los censos de población de los lugares de Burgos.
 
 

En los noventa vivía en el lugar un único morador; “Luisito”. Un programa de televisión dirigido por Nieves Herrero promocionó la instalación de unas placas solares para el consumo eléctrico de su casa. A la inauguración fue invitada Sara Montiel.
 
 

martes, 22 de septiembre de 2015

Ruta de senderismo: Los Montes de la Peña

La erizada alineación de cimas que constituye los montes de la Peña, cual si del cráter de un volcán se tratase, es uno de los paisajes más marcados de la provincia, especialmente si se contemplan desde la vertiente del Valle de Mena. Hoy, además de alcanzar una de sus cimas más representativas, el pico Peñalba, exploraremos algunos de los elementos que caracterizan a esta zona.

Dificultad: Alta. Hay zonas complejas para el avance.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Difícil. En este caso es mejor seleccionar una variante del recorrido.
Belleza: Alta.
Tiempo y distancia: 4 horas y media (14 kilómetros).
 


viernes, 18 de septiembre de 2015

Villa romana de Baños de Valdearados

Desde mediados del siglo XX se especulaba con la posibilidad de que existieran los restos de una villa romana en el entorno del pueblo de Baños de Valdearados; no sólo por estar en un fértil valle a unos quince kilómetros de Clunia y a la vera de los restos de la transitada vía de comunicación que unía la ciudades de Astorga (Asturica Augusta) con Zaragoza (Caesaraugusta); sino también, y especialmente por el nombre de “Baños”.

A finales del año 1972, en el transcurso de los procesos de concentración parcelaria, y durante el desarrollo de unas tareas de explanación de un terreno en el pago de Santa Cruz, un vecino de la localidad informó al médico del pueblo que habían surgido algunos objetos llamativos: fustes, piedras labradas y restos de mosaicos. Informados oportunamente, en los días siguientes se desplazaron al lugar algunos miembros de la institución Fernán González; realizándose una serie de catas. En una de ellas se dio con lo que parecía parte de un mosaico de gran tamaño; decidiéndose proteger el yacimiento de cara a  una exploración en profundidad para el verano siguiente.
 
Efectivamente en el verano de 1973 se desarrollaron los trabajos arqueológicos que pusieron al descubierto el gran mosaico que da personalidad al yacimiento; y del cual hablaremos más adelante. Durante los años siguientes se continuó con la exploración de la zona noble de la villa; descubriéndose otras dos salas adicionales enlosadas con mosaico (aparte de otras piezas).
 

jueves, 17 de septiembre de 2015

Valdeande

Valdeande tiene varios elementos de interés, de los cuales mostraré algunos en este artículo. Empezamos por su centenario y retorcido moral; que se encuentra, como corresponde, junto a la iglesia. Para que no se venga abajo tres vigas sujetan las ramas y un fuerte pilar el tronco. Estas primeras fotos están realizadas en invierno.



viernes, 11 de septiembre de 2015

Puentedura

Puentedura se encuentra justo en el punto en el que las aguas del Arlanza empiezan a abrirse hacia su fértil vega; dejando atrás el quebrado y territorio formado por las sierras de las Mamblas y Gayúbar. Su nombre deriva de un paso de época medieval y origen romano situado sobre el Arlanza; pero muy cerca de la desembocadura del Mataviejas, curso de agua que en el medievo recibía el nombre de Ura. Aún hoy este puente, bastante modificado pero muy bello, es uno de los elementos patrimoniales más interesantes del pueblo.
 
 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El MuMO y el jardín europeo de Modúbar de la Emparedada

En el pueblo de Modúbar de la Emparedada, muy cercano a la capital (se puede incluso andando o en bici por la vía verde) se abrió hace unos años un nuevo museo etnográfico, el MuMO (Museo de Modúbar), cuyo nombre quiere proponer un pequeño guiño humorístico respecto al famoso MOMA de Nueva York.
 
 
Aunque de un tamaño no excesivamente grande, el Museo de Modúbar no es un museo etnográfico más. Reúne una excelente colección de maquinaria agrícola (muchas de las piezas no las encontraréis en otros museos) formando una colección muy bien organizada y explicada. Ayudan a crear una mejor sensación las fotografías antiguas y los versos que acompañan a cada una de las secciones. En principio no se pueden sacar fotos; así que únicamente "robé" esta instantánea rápida para que os pudieseis hacer una pequeña idea del interior.

 
El MuMO es posible al esfuerzo coleccionista durante varias décadas de los hermanos Carlos y Carmelo Alonso Maté. Más información en http://www.modubardelaemparedada.es/turismo-y-ocio/monumentos/mumo-museo-modubar-de-la-emparedada. Si podéis realizad una visita guiada.
 
No lejos del MuMO, junto a Cojóbar, se encuentra el llamado "jardín europeo". Se trata de un emplazamiento constituido fundamentalmente por un jardín botánico; aunque también hay carteles con poemas dedicados a los árboles, estanques y paneles informativos sobre el arbolado del sur europeo. Fue puesto en marcha como resultado de un proyecto de colaboración a nivel internacional. 


lunes, 7 de septiembre de 2015

Árboles singulares: el roble de las Mijaradas

Hace ya bastante tiempo hicimos una breve mención al pequeño y sorprendente robledal de "las Mijaradas", ubicado en terreno de Hurones (a escasos kilómetros de Burgos) y a un paso de los restos de la calzada romana "de Italia en Hispania" (la siguiente foto está tomada desde esta calzada). De hecho, el propio nombre de "Mijaradas" puede vincularse con los miliarios que señalaban las distancias de las vías romanas.
 
Se trata de un pequeño reducto de menos de diez hectáreas de tamaño y de origen un tanto incierto. Estaba asociado a una granja ahora semiabandonada, y según parece es desde hace tiempo propiedad de la iglesia; que como en tantos otros casos se ha desentendido de su mantenimiento. El caso es que su peculiar origen y su deriva en los últimos tiempos ha permitido que llegue a nuestros días esta frondosa singularidad entre los páramos circundantes.
 
 
Pero no podemos decir que no haya amenazas sobre el lugar. Algún agricultor de las tierras circundantes parece no encontrar ninguna razón en no extender su finca en dirección a un bosque "que no sirve para nada". Probablemente en algún momento encontró en su avance a nuestro protagonista, un centenario roble de más de cinco metros de perímetro y unos quince de altura; uno de los mayores del rodal.

 
Y como cortarlo directamente parecía muy brusco y el continuo paso del arado no parecía acabar con el árbol lo suficientemente rápido, qué solución más "elegante" que grabar con una motosierra las iniciales del valiente.  

 
Así se conseguía el objetivo principal, matar al árbol, y el secundario, lo hago porque puedo y porque me da la gana y me importa una "M" lo que digan los demás.

 
Y efectivamente ha logrado la heroicidad. El árbol ya está muerto; ha muerto de pié como todos los árboles, con una dignidad mil veces mayor que la de su verdugo.

 
Ya está. En unos meses, algún año todo lo más, se podrán cultivar unos metros más de tierra para sacar un kilo más de trigo que se pagará a 18 céntimos. Una gran inversión para la humanidad.

 
La historia la recogía hace unos meses el Diario de Burgos. Un crónica más directa y cruda nos la trae César Javier Palacios en su excelente blog "La Crónica Verde".

viernes, 4 de septiembre de 2015

Árboles singulares: el roble "mojón" de Huérmeces

Hoy traemos al blog un rincón tal vez no muy espectacular pero que también tiene el encanto de las pequeñas cosas. Se trata de un roble quejigo de tamaño mayor que la media, aunque con sus tres metros largos de perímetro se queda muy lejos, por ejemplo, del de la cercana "roblencina" de Montorio
 
 
Pero la principal originalidad este roble no radica tanto en su tamaño como en su ubicación: Se sitúa exactamente en el "trifinio" o punto de confluencia entre los términos territoriales de Montorio, Huérmeces y San Pantaleón del Páramo. De hecho el propio roble hace de mojón y está "adornado" de las consabidas tablillas de delimitación de cotos de caza. 

 
Otra peculiaridad de este árbol es tener insertada en su tronco una piedra que por azares del destino allí acabó.

 
Además el roble, al situarse a una altitud relativamente elevada, es punto de referencia sobre el paisaje circundante. Desde aquí vemos el desfiladero del río Úrbel (a la derecha se ven unas antiguas instalaciones militares)

 
Este tema de los límites locales en general y de los trifinios en particular me parece interesante y tal vez en el futuro me anime a tratarlo con más profundidad. Entre las principales tareas vecinales en el pasado figuraba el amojonamiento o deslinde de cada localidad con los pueblos de alrededor, labor que solía llevarse a cabo una vez al año y se desarrollaba mediante un procedimiento establecido. En este sentido en Huérmeces se llevó a cabo el último deslinde a finales de los año 80 del pasado siglo. A partir de entonces pasa a ser responsabilidad de los adjudicatarios de los cotos de caza.
 
Otro ejemplo de la importancia de estos amojonamientos lo tenemos en el hecho de que entre los documentos más antiguos conservados en el archivo local del cercano pueblo de Ubierna figura un registro de un amojonamiento realizado en el año 1562 con el pueblo de Santibáñez Zarzaguda. 
 
En cuanto a los trifinios, era costumbre en la zona señalarlos con grandes mojones o bloques de piedra. Aunque las concentraciones parcelarias y procesos modernizadores del campo han acabado con muchos de ellos, aún se pueden encontrar bastantes. En la imagen siguiente, el mojón del trifinio precisamente de los citados pueblos de Ubierna, Valle de Santibáñez y Huérmeces.  

 
También era costumbre tallar, en cada una de las caras del mojón, la inicial del nombre del pueblo hacia la que se orientaba dicha cara. En la imagen siguiente, con un poco de atención podemos descubrir la "U" de Ubierna.

 
Parte de la información para la elaboración de este artículo ha sido proporcionada por el autor del blog sobre Huérmeces.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Ruta de senderismo: Caminos de la Sonsierra

Recorremos en esta ruta una versión abreviada de uno de los senderos del espacio Natural de Ojo Guareña, en el entorno de la afamada villa de Espinosa de los Monteros.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Normal
Tiempo y distancia: 3 horas y cuarto (12,5 kilómetros)