miércoles, 30 de noviembre de 2016

Ruta de senderismo: sendero de las Brujas

Sencillo paseo por la zona de transición entre el páramo de masa y los cultivos de transición hacia la cuenca del Duero. Partimos de Cernégula, en cuyo término encontramos varias sorprendentes lagunas. Entre las mismas se encuentra la famosa “charca”, origen de la misteriosa leyenda de las brujas de este lugar.
 
Dificultad: Fácil
Orientación (sin GPS con cartografía o track): Media. Dependerá del modo en que se mantenga la señalización. A mediados de 2016 se encontraba en buen estado.
Belleza: Normal.
Tiempo y distancia: 2 horas y 45 minutos  (12 kilómetros)
 
 
Situación.
 
El inicio de la Ruta se encuentra cerca de Burgos. Para llegar al mismo hemos de salir por la N-623 hasta Sotopalacios. Aquí se toma hacia la derecha la C-629 hacia Villarcayo. Tras unos veinte kilómetros por esta carretera encontramos el pueblo de Cernégula. Aparcamos junto a una curiosa fuente.
 
Puntos de Interés
 
Caserío de Cernégula. Lagunas de Cernégula y de Venta la Perra. Manantial de Hontoria. Paisajes de transición.
 
Descripción de la Ruta
 
Partimos por las calles que van en dirección perpendicular a la carretera. Las casas muestran ese aspecto recio típico de la zona de páramos. Junto a la iglesia encontramos un interesante ejemplar de moral.
 
Pronto llegamos a la vera de la “charca de Cernégula”. Más allá de las misteriosas leyendas que rondan en torno a la misma, se trata de una masa estable de agua rodeada en su perímetro por una acera que permite un agradable paseo. Volvemos sobre nuestros pasos y buscamos un borroso camino que parece dirigirse directamente hacia el monte, buscando la carretera que baja del páramo.
 
Pronto el camino gira hacia el noroeste pasando a discurrir a caballo entre los campos de cultivo y la ladera del páramo. Subimos suavemente contemplando el paisaje. Poco antes de los dos kilómetros giramos hacia la izquierda y enlazamos con una pista que tomamos hacia la derecha. Pronto llegamos a un cruce en el que seguimos de frente y, al poco, a una desviación a la derecha que seguimos.
 
Volvemos a ascender dejando atrás poco a poco los cultivos. Al final de los mismos encontramos un curioso manantial natural denominado Hontoria. Seguimos ascendiendo y sin mayor novedad alcanzamos la carretera Poza – Villadiego. Casi enfrente encontramos otra laguna: La de Venta la Perra. (aún queda otra más aproximadamente a un kilómetro, pero se sitúa en terreno de una finca privada).
 
Seguimos caminando por la carretera hacia el oeste. Se trata de un tramo con árboles a los lados, tan poco habituales en las carreteras actuales. Tras una suave subida alcanzamos una curva hacia la izquierda, buscando un camino que nace en esa misma dirección. Avanzamos hacia un disperso bosque de carrascas alcanzando el punto más alto del paseo de hoy.
 
Localizamos unos antiguos cercados ganaderos en el nacimiento de una vaguada. Vamos hacia los mismos y seguimos caminando por la parte baja de la hondonada. Tras pasar una zona más cerrada de vegetación sorprendemos el tranquilo rumiar de un par de corzos. Pronto llegamos a un cultivo que bordeamos por la izquierda.
 
Enseguida alcanzamos el nacimiento de un borroso camino por el que descendemos. Llegamos al cruce en el que estuvimos hace un tiempo, pero justo en este punto giramos bruscamente hacia la derecha por un nuevo camino. Tras una corta rampa volvemos a descender hacia las tierras de cultivo. Tras pasar bajo una línea de alta tensión alcanzamos una nueva pista que seguimos hacia la derecha.
 
La pista traza una amplia curva hacia la izquierda entrando en una zona aún más despejada de arbolado. Se trata de una amplia recta de casi dos kilómetros de distancia. Pasada esta distancia encontramos un camino que nace hacia la izquierda y que se dirige hacia una loma. Llegamos a la misma superando la parte que más esfuerzo implica en todo el trazado.
 
Tras el corto ascenso aparece ante nosotros el pueblo de Cernégula. Siguiendo el camino vamos descendiendo paulatinamente hacia el pueblo, al cual entramos no sin pasar antes de nuevo junto a la laguna.

Comentarios


Sencilla ruta que se corresponde con el sendero de pequeño recorrido PRC-BU-213. Sobre el pueblo de Cernégula ya hemos escrito en otra ocasión.

 
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Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)


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Vídeo con imágenes del recorrido


jueves, 24 de noviembre de 2016

Rincones de Quintanar: El Peñedo y El Empedrado

En el amplio término municipal de Quintanar de la Sierra es protagonista omnipresente el pinar. No obstante, dentro de esta apariencia homogénea podemos encontrar lugares como el Chorlón, Fuente Sanza, los yacimientos altomedievales de Cueva Andrés y Cuyacabras, y el Comunero de Revenga (LINK) (este último compartido con Regumiel y Canicosa). No tan conocidos son los dos lugares a los que dedicamos este artículo: El Peñedo y el Empedrado.
 
Tenadas de San Martín

martes, 22 de noviembre de 2016

Regreso a los pueblos del Silencio: Villalibado

“Por los años del medievo,
junto al Brullés, y a su lado,
Nace la historia de un pueblo
que llaman Villalibado”

Villalibado se encuentra en las cercanías de Villadiego; tomando un ramal desde Arenillas de Villadiego. El pueblo se sitúa en una zona algo elevada, lo que permite tener una cierta panorámica de las tierras de labor de la zona.

Elías Rubio, en nuestro libro de referencia, nos cuenta que desde 1973, fecha de su despoblación, ha existido población de forma intermitente en el pueblo. Seguramente este hecho ha influido en que el estado general de los edificios haya sido siempre relativamente bueno. A finales de los ochenta dos hermanos compraron las casas de entrada al pueblo para montar una peculiar granja de pollos ecológicos. Antes de fin de siglo abandonaron el proyecto.

Manzana de entrada al pueblo en el año 2009. Aquí estaba la granja citada y hoy forma parte de uno de las alas del proyecto de alojamiento rural.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Frías

Frías, la Ciudad más pequeña de España, es una localidad que no necesita ayuda para promocionarse. Además de ser un lugar que “se vende sólo”, existe múltiple información de todo tipo y en todos los formatos. Así, las cosas, intentar a estas alturas escribir algo original sobre este pueblo, sin ser natural del mismo, implicaría notable esfuerzo con pocas opciones de éxito y escasa recompensa.

En las primeras imágenes, diversas vistas de Frías
 Pero, como no se entendería este blog sin al menos un artículo dedicado a Frías, he decidido, como en ocasiones similares anteriores, hacer un bosquejo general del lugar. El enfoque será fundamentalmente histórico e irá “salpimentado” con diversas imágenes de la localidad, las cuales tendrán papel protagonista. Aunque trataré de resumir lo más posible, el artículo será necesariamente bastante más largo de lo habitual.

martes, 15 de noviembre de 2016

Hacinas



Vista general desde el Castillo. En primer término el Sagrado Corazón
En el área en la que las diversas elevaciones del Arlanza medio dan paso a los pinares serranos, encontramos el bonito pueblo de Hacinas. En sus calles encontramos buenos ejemplos de la construcción típica de esta zona, caracterizada al exterior por su recia piedra arenisca rojiza y las chimeneas troncónicas. También podemos resaltar una perfectamente conservada picota de ajusticiamiento, construida a finales del siglo XVI.

Picota. Tras ella el Centro del Árbol Fósil 

No obstante el elemento más original y característico de Hacinas son los árboles fósiles que se han encontrado en su término municipal. Algunos de ellos han sido colocados hace ya varias décadas en diversos puntos del casco urbano; otros permanecen en su ubicación original. Tal vez el más llamativo sea el fragmento de tres metros que se encuentra enhiesto junto a la picota citada.
 
Uno de los árboles fósiles del pueblo
Justo al lado se encuentra el interesante y moderno Centro del Árbol Fósil, un edificio inaugurado hace unos años para divulgar este valioso patrimonio. Actualmente sus horarios son bastante restringidos, limitándose generalmente a los meses de verano. No obstante también existe cierta posibilidad de concertar una visita. En todo caso recomiendo utilizar los contactos que aparecen en su página web; punto en el cual además podremos conocer más acerca de este singular patrimonio.
 

Los árboles fósiles de Hacinas, probablemente los más interesantes en su género de la Península, corresponden a unas coníferas de gran tamaño que vivieron en el Cretácico (hace unos 130 millones de años). Algún evento convulso (tal vez una fuerte tormenta) hizo que fuesen repentinamente derribados y enterrados en las zonas arenosas en las que crecían. Unas condiciones diagenéticas concretas permitieron la lenta sustitución del material celulósico original por pequeños cristalitos de cuarzo; de manera que el aspecto estructural original es perfectamente reconocible. Sucesivos fenómenos geológicos y, sobre todo, la erosión hace que afloren a la superficie algunos de ellos.
 

Además de los árboles fosilizados, en Hacinas llama poderosamente la atención las grandes peñas que rodean e incluso se integran en el casco urbano. Una de ellas es utilizada a modo de singular campanario “auxiliar” de la parroquial de San Pedro (incluso cuenta con su propio nido de cigüeñas). A mediados del siglo XX se instaló en su parte alta una imagen del Sagrado Corazón; a sus pies se reunía antiguamente el concejo del pueblo.
 
Dos planos del Castillo
Pero el bloque rocoso más importante es sin duda el que ocupaba el antiguo castillo. Hoy se nos muestra con una forma moldeada por las diversas intervenciones humanas (algunos especulan con un origen prerromano). Incluso un antiguo árbol fósil ha dejado un hueco a modo de “molde”; formando la oquedad conocida como “Cueva de los Moros”.
 
La "cueva de los moros"
Los registros más consistentes parecen remontar su existencia a la alta Edad Media, a finales del siglo IX, en el periodo en el que esta zona aún formaba parte del frente hispano-musulmán. En esta época se enmarca la leyenda más conocida de la localidad, la de la batalla de Hacinas. Fabulada por un moje del monasterio de Arlanza, narra la cruenta victoria de las tropas del conde Fernán González sobre las del caudillo Almanzor. Según esta tradición, los muertos fueron tantos que tuvieron que enterrarse en montones o “hacinas”; de ahí vendrían las palabras hacinar, hacinamiento…y el propio nombre de la localidad.
 
Peña Carazo desde el Castillo
Esta confrontación es de por sí imposible, puesto que ambos personajes no fueron contemporáneos, aunque no puede descartarse que en la zona existiese algún tipo de refriega. El caso es que en la parte baja de la localidad sigue existiendo un manantial con el inquietante nombre de Fuente del Campo de los Muertos. En 1840, al excavar un ribazo, aparecieron gran cantidad de huesos enterrados en fosa común que pudieran corresponder a los muertos de alguna batalla.


Fuente del Campo de los Muertos
La “tercera pata” patrimonial de Hacinas la constituye su importante legado de patrimonio inmaterial. Por una parte tenemos su secular carnaval, uno de los más singulares de Burgos, en el que la Tarasca juega un papel fundamental. Aún se sigue celebrando la característica romería de Santa Lucía, aunque ha pasado de finales de diciembre (la fecha natural) al tercer fin de semana de septiembre. Todavía más, parece que se está en proceso de recuperación de la singular fiesta de El Reinado. Para saber más sobre las mismas se puede consultar la página web del Ayuntamiento.
 

Ermita de Santa Lucía
 

jueves, 10 de noviembre de 2016

Museo Etnográfico de Sotoscueva

En las cercanías del pueblo de Quintanilla Sotoscueva existe un aislado y llamativo edificio, alargado y bajo, que acoge el museo Etnográfico de la Merindad de Sotoscueva. Según parece, fue construido en el siglo XVIII como Casa de Juntas del Partido de Sotoscueva; agrupación también llamada Siete Juntas de Sotoscueva, por los siete pueblos que lo componen.

El museo se encuentra al otro lado de la vía de FEVE. Hay habilitado un paso elevado
Al respecto, no sé si lo entiendo muy bien, pero parece que la Merindad de Sotoscueva estaba dividida en cinco partidos, uno de ellos este de Sotoscueva. Según parece esta entidad supralocal aún sigue teniendo algunas atribuciones en la gestión del territorio, y se sigue reuniendo esporádicamente en este mismo edificio.
 
Interior del Museo
Pero yendo al museo propiamente dicho, inaugurado en 2011, sus contenidos se reparten entre el interior y el exterior del edificio. En el primer espacio encontramos una serie de paneles explicativos, maquetas y audios tradicionales. Por otro lado, en la campa que se extiende en las traseras de la Casa de Juntas, existen tres espacios expositivos semiabiertos, a modo de tejavanas, que recogen los objetos relacionados con algunas de las profesiones tradicionales, como la apicultura o la carretería.

Recreación del potro y herrería

Recreación de los oficios de carpintería
 
Complementariamente a la restauración del edificio se procedió a la limpieza de un pequeño grupo de tumbas antropomorfas altomedievales, la necrópolis de San Félix, que se encuentran bastante cerca del Museo, a unos 200 metros al noreste en dirección a Quisicedo. Se han descubierto 26 enterramientos y existen indicios de un templo y poblado anexos, aunque la exploración no se extendió en detalle para conocerlos mejor. La datación es del siglo X.


 
Los horarios de apertura del Museo están condicionados a la capacidad del Municipio para contratar a una persona encargada. Por ello son variables de un año a otro; aunque se suele encontrar abierto en verano, en horarios normales.

Frente al museo se encuentra el emplazamiento de Ojo Guareña
 

martes, 8 de noviembre de 2016

Antiguos monasterio burgaleses: Santa María la Imperial de Obarenes

En el mismo corazón de los montes Obarenes, sistema montañoso que quizás recibió tal nombre por la importancia de este cenobio, se encuentran los malogrados restos de lo que fuera el Monasterio de Santa María la Imperial de Obarenes. No tengo mucha información sobre este lugar, y la disponible es en buena medida dudosa, pero intentaremos hacer un bosquejo de su historia. A finales del siglo XVII Gregorio de Argáiz describía así este lugar.

“Entre la ciudad de Frías y las villas de Pancorbo y Santa Gadea tiene su sitio el devoto y retirado convento de Santa María de Obarenes; en lugar en un valle pequeño rodeado de cuestas bien ásperas aunque de pastos abundantes mucho para los ganados mayores y menores. El puesto es frío, tiene abundancia grande de leña, con que se defiende y repara de sus rigores. Las nieblas con que se ve rodeado desde los llanos de Santa Gadea le representan melancólico, mas en el verano es alegre y paga con su amenidad y frescura lo que hace padecer en el invierno, porque goza de regaladas, frías y copiosas fuentes, que juntándose con las de Hontoria, tan celebradas, se hacen río. Tiene bastante género de frutas y legumbres para sustento y alivio de los religiosos. Y al fin la primavera es alegre, el estío templado en los ardores y el otoño apacible y saludable"
 
Vista de lo que queda del monasterio de Obarenes, con la niebla a medio levantar

jueves, 3 de noviembre de 2016

Ruta de senderismo: entorno de Cubilla de la Sierra

La apartada localidad de Cubilla de la Sierra, en pleno corazón de los Montes Obarenes, es utilizada fundamentalmente, desde el punto de vista del senderismo, como lugar más fácil para atacar la cumbre del sistema montañoso: el Humión. No obstante su privilegiada situación permite diseñar desde la misma otras variantes exploratorias, una de las cuales exponemos en este artículo.

Dificultad: Baja-Media. No presenta mayor dificultad que algunos tramos sin sendero. Se puede acortar sobre la distancia propuesta.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil salvo en el tramo anterior al pico Cabezas.
Belleza: Alta.
Tiempo y distancia: 3 horas y media (13,5  kilómetros). Recorrido corto por el hayal: 12 km. con conexión hasta Obarenes: 16 kilómetros.
 

 

 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Ruta de senderismo: bosques y montes de Leciñana y Bercedo

Al sur del puerto del Cabrio, en el confín donde confluyen el valle de Mena, la Merindad de Montija y la Junta de Traslaloma, se observa una alargada línea de imponentes cantiles rocosos. Bajo los mismos encontramos un bien conservado bosque en el que la hayas juegan un papel predominante. Mientras, la parte superior se presenta con poca vegetación y con perfiles suaves; ofreciendo, eso sí, interesantes panorámicas.
 
Dificultad: Media. En general el avance es bastante sencillo pero el ascenso y, sobre todo, el descenso tienen bastante miga.
Orientación (sin GPS con cartografía o track): Difícil en la zona alta, aunque factible si el día está despejado (se sugiere variante que lo simplifica)
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 4 horas y media y 17 kilómetros.