miércoles, 16 de junio de 2021

Iglesia románica de Valdazo

En las proximidades de Briviesca, aunque en un valle un tanto escondido, se encuentra la localidad de Valdazo. Sus casas muestran algunos interesantes ejemplos de arquitectura popular de entramados de madera, aunque el aspecto de las mismas es mejorable debido a una cierta sensación de abandono.

El "discreto" cartel informativo de las obras ha estado emplazado en el lugar 12 años hasta que las autoridades "competentes" se han dignado a quitarlo.

 



Sorprende encontrar en su reducido caserío la existencia de una iglesia del románico tardío de cierto volumen, sorpresa que se ve realzada por una restauración relativamente reciente. Lo más característico de este templo es la existencia de una torre de tres niveles sobre la parte inicial de la nave. En el primero de los mismos aparecen sendos arcos de medio punto divididos por columnilla.
 

La abocinada portada es más bien sencilla, y está protegida por un amplio pórtico que ya es del gótico. 


Quizá lo más interesante sea el ábside.  





La escultura del templo es bastante sencilla y en cierta medida tosca. La observamos en los distintos capiteles y canecillos. En general muestra motivos vegetales. Los motivos animales o antropomorfos son simples, aunque no dejan de tener la extraña simbología tan habitual en estos templos. En una de las ventanas aparece un tímpano liso con tres semicírculos incisos, similares a los que se pueden ver en otros templos cercanos como Abajas, Castil de Lences o Escóbados de Abajo.


¿pero que es esto? Podría pasar perfectamente por un personaje de la guerra de las galaxias

Otro extraño capitel
 
El interior en principio responde a una sencilla iglesia de una sola nave. No obstante la ubicación de la torre obligó a generar dos peculiares espacios, a modo de capillas, en el primer tramo de la nave. En uno de ellos se encuentra la pila bautismal y el otro se correspondía con el antiguo acceso a la torre. 
 



No se puede hablar de este templo, cuyo titular es San Pelayo, sin hacer una mención algo más detallada a su poco afortunada restauración. En primer lugar el enorme cartelón informativo, ubicado en un sitio que hacía prácticamente imposible tomar una foto sin que apareciera el mismo, ha estado ahí durante doce largos años. 
 
Más allá del cartel, el tipo de teja no ha sido el más afortunado, efecto que se ve aún más realzado por unos mejorables remates en hormigón y canalones metálicos poco discretos. Pero es que además ni siquiera se puede hablar de calidad de obra. En 2020 ya se ven problemas en las columnas y baldosas del pórtico y algunas tejas del campanario ya están levantadas.

1 comentario:

RAFAEL RAMIREZ dijo...

Como de las guerras de las galaxias... :D Gracias por las fotos!